El sueño empieza por distintas razones. Unos lo tenemos
desde pequeños. Otros lo cultivan con los años. Y otros se encienden un día sin
saber que lo hemos tenido toda la vida, ahí, dormitando para despertar de
repente. Pero el sueño está ahí.
Querer escribir, perdón, necesitar escribir para poder
vivir, es algo que hay que sentirlo para comprenderlo. Da igual si no se
duerme, si no se come o si no se vive hasta que el libro está acabado. Al principio,
vayas donde vayas, llevas encima un cuaderno nuevo, o desastroso, a rayas o
cuadriculado, un bolígrafo, el móvil en
el que te has descargado la última aplicación para escribir notas, el portátil,
lo que sea necesario por si la inspiración llega mientras compras calabacines
en el supermercado o el semáforo se pone rojo.
Luego, una vez terminado,
sientes una especie de abandono. Esos personajes que has creado y que han
vivido contigo, en tus sueños, muchas veces despertándote a horas intempestivas,
y otras muchas no permitiéndote dormir o seguir una conversación con la persona
que tienes en frente, porque ahí estaban ellos, taladrando tu cerebro con sus
manías, sus miedos, sus amores… un día se van. Desaparecen de tu entorno para
seguir haciendo su vida sin ti. Por cierto, ¿soy la única loca o alguien más
alguna vez se ha preguntada qué habrá sido de él o de ella? ¿seguirán felices
juntos? ¿tendrán hijos?...
Luego empieza el descenso de esa montaña rusa llena de
adrenalina y llegamos a la realidad: el camino lleno de obstáculos para que una
editorial crea en ti. Tan lleno que muchos se desinflan desde el principio. Y
no hay que olvidarnos de las intenciones insanas de algunas personas. Porque
sí, aunque parezca mentira, esos obstáculos los crean personas. Malas críticas
gratuitas que te hunden. De esas que te hacen dudar de ti mismo. Envidias
absurdas. Palabras dolorosas. Engaños latentes en cada momento. De todo eso hay
mucho, y más cosas que no valen ni la pena mencionar, pero que todos,
seguramente, hasta el más reconocido escritor, ha vivido en sus propias carnes.
A ver, que nadie es perfecto y que no podemos gustar a todos, ¿lo sabemos, no?
Por lo menos yo sí lo sé, pero pedruscos del tamaño de una nación entera, de
esos que se creen perfectos y magníficos, yo me los he encontrado, y muchos.
Pero volvamos al asunto, que me pierdo en reivindicaciones…
Después de horas y horas de escritura robadas a tu propia
vida, más horas de correcciones, altibajos emocionales con preguntas tales
¿Para qué?, ¿Vale la pena?, ¿Lo conseguiré?, vienen tus respuestas como “Para y
por mí”, “Claro que vale la pena”, “Inténtalo”.
Entonces, aprovechando el subidón de ánimos que uno mismo se
da, una mañana, o tarde, o noche, quemas el correo electrónico mandando tu
manuscrito a todas las editoriales que conoces y de las que te han hablado.
Este es un paso con doble filo. Por un lado, está la esperanza de que una de
ellas te lea y crea en ti, en tu pasión, en tu capacidad y necesidad y
esperanza de transmitir. Por otro lado, están esas respuestas anónimas y
frías, que hielan la sangre y los sueños, junto a las esperanzas e ilusiones.
Esas respuestas en las que no hay ni un ápice de empatía y que yo, por lo
menos, muchas veces me he preguntado: ¿Sabrán estas personas que detrás del
mensaje hay un ser humano? Pero aún así,
cada mensaje que llega como respuesta a tu casi súplica de atención, cada
mensaje que sabes que es de una editorial, lo abres con la misma esperanza del
primero, del segundo, del tercero… eso
claro está si hay respuestas. Porque muchas veces pareces ser invisible. ¿Les
habrá llegado mi correo? ¿Se lo mando de nuevo? Luego lo piensas y dices, no,
mejor no, no vaya a ser que me eliminen directamente sin leerme por pesada.
¡Ah! Por cierto, eso de leerme… Algunos mensajes son tan impersonales, que
desde el principio ya entiendes que no han leído tu obra, pero aún así sigues
leyendo y preguntándote, ¿si no han leído ni una palabra, cómo pueden estar
interesados en ella? La respuesta llega cuando, casi al final, como quien no
quiere la cosa, se lee que has de desembolsar una cantidad astronómica para
editar tu libro. Claro, eso me plantea otra pregunta: ¿si me piden dinero será
que no confían mucho en mi obra, no? Pero lógico… si ni la han leído… ¿cómo van
a confiar?
Te preguntas entonces si has de seguir, si algún día… si
tirar la toalla.
Mi respuesta es: NUNCA. Nunca hay que tirar la toalla, dejar
ese sueño, olvidar las ilusiones y aparcarlas en algún lugar doloroso pero
invisible. Y os lo dice una que, más de diez, veinte, no sé ni cuantas veces
ya, tuvo la tentación de abandonar.
Pero no, no lo hice. Gracias a mis amigos, a mi familia, a
personas desconocidas que me brindaron su apoyo y, sobre todo, gracias a mí
misma, no decaí del todo y me llegó el día.
Por la mañana, temprano como siempre, encendí el ordenador y
lo primero que hice fue ir a mi bandeja de entrada para ver si había mensajes.
Justamente ese día, me había llegado uno mandado de madrugada. Lo abrí con
miedo, con el dolor de poder descubrir que era una negativa más. Pero, tras
leerlo más de cinco veces, entendí que esta vez me decían que sí, que me iban a
publicar. Sonreí, me alegré. Pero el miedo todavía no se había ido del todo.
Miedo a dar ilusiones a mi alma para luego hacerle un daño tremendo e intentar
explicarle, que no, no Asia, no, tampoco creen en ti.
Tardé más de una semana en responder. ¿Por qué? Porque sabía
que mi alma no podría soportar un golpe más. Esta vez era el último. Si era una
piedra más, esta vez mi alma no la apartaría. Esta vez construiríamos juntas un
muro y desde ahí, encajaríamos todos los golpes venideros. Pero esta vez no fue
una piedra, no fue un golpe. Esta vez fue una puerta abierta. Porque a partir
de mi tardía respuesta a la editorial, entendí que por fin alguien sí apostaba
por mí.
Desde ese momento, me he renovado de espíritu y mi sueño está empezando a hacerse realidad. Ediciones Ortiz cree en mí.
Todavía falta mucho camino por recorrer, pero por fin mi
obra verá la luz, en papel y en ebook.
Escribo esta entrada para dar esperanza, para gritar desde
dentro ¡sí se puede conseguir!
Esos personajes que creé en mi historia, que vivieron
conmigo la suya propia a través de mis palabras y que una vez acabada, me
abandonaron para seguir con sus vidas sin mí, hoy vuelven a mi lado para
acompañarme en esta aventura dentro de mi propia historia, de mi sueño, de mi
vida. “Canción de cuna rota” será publicado.
Espero, no, perdón, deseo que un día todos podáis vivir este
capítulo en vuestra vida, para así terminar vuestra historia con un final
feliz. Como yo.
11 comentarios:
Hermosamente escrito. Me has hecho sonreir en las partes en las que me sentía identificada, me has puesto la piel de gallina en las partes que aun no me han ocurrido pero con las que sueño a diario; y sobre todo me has dado esperanza. Gracias y mucha suerte con tu obra; aunque por tu forma de escribir, se deduce que el que te lea se enamorará enseguida.
Gracias Rebe, ojala esta sea la primera de muchas entradas sobre nuestras andanzas en este mundo!!! Un abrazo!!
Tú siempre sabes encontrar las palabras adecuadas. Y aunque sospecho que te hayas guardado muchas piezas de toda esta experiencia, :))) lo que has compartido con nosotras ayuda mucho. Te deseo un camino hacia adelante con menos baches. Besos
Gracias Haimi! Sé que pronto seréis vosotras las que compartiréis vuestra experiencia. Un beso guapa!
¿Qué te puedo decir? Me encanto conocerte, y me alegro de que estés en el equipo. "Canción de cuna rota" es una novela que dará mucho de hablar. Y yo como asesora editorial, y compañera escritora estaré a tú lado, junto a nuestra editora Marga
Gracias Samy. No me cansaré de deciros nunca gracias a ti y a Marga por esta oportunidad que me brindáis. Me siento muy orgullosa de estar en un equipo tan humano, cercano y sincero. Para mí conoceros en persona ha sido una parte maravillosa de este gran sueño mío. De nuevo GRACIAS!
¡Felicidades!, me ha encantado el escrito y creo que ciertamente escribir para ser feliz es suficiente recompensa. Un beso de familia blogger ;)
Gracias Janet! Quienes llevamos dentro esta pasión, no percibimos la vida sin escribir. Un abrazo guapa!
Muack
Es por eso que ya no tienes la cuenta en wattpad? :( cuando se publicará "canción de cuna rota"? Y que hay con " la fantasia"? Me quede con las ganas de leerla. Igual estoy muy feliz por ti, por tu libro que pronto se publicará. Suerte.
¡Hola! Sí, es por eso. Mandé un mensaje a mis seguidores de wattpad antes de cerrar la cuenta, pero por lo visto, ya que me han llegado otros mensajes similares, ese mensaje no llegó. "Canción de cuna rota" saldrá en pre venta en Mayo con el sello de Ediciones Ortiz. "La fantasía" sigue buscando su sitio en este mundo, y espero que algún día corra la misma suerte y pueda ver la luz también. Gracias por felicitarme y por desearme suerte. ¡Un abrazo!
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