“UN
OBSTÁCULO”
CHARLOTTE
PERKINS GILMAN
Yo iba subiendo por un camino a la montaña
Con tantas cosas que hacer,
Con un importante negocio mío,
Y también el de otras personas,
Cuando me encontré de frente al Prejuicio
Que del todo me cortó el camino.
Con un importante negocio mío,
Y también el de otras personas,
Cuando me encontré de frente al Prejuicio
Que del todo me cortó el camino.
Mi
trabajo era tal que no podía esperar,
Mi trayectoria muy claramente mostrada,
Mi fuerza y mi tiempo eran limitados,
Llevaba una gran carga;
Y allí aquel descomunal Prejuicio
Sentado en mitad de mi camino.
Mi trayectoria muy claramente mostrada,
Mi fuerza y mi tiempo eran limitados,
Llevaba una gran carga;
Y allí aquel descomunal Prejuicio
Sentado en mitad de mi camino.
Así
que le hablé cortésmente,
Porque él era enorme y alto,
Y le rogué que se moviera un poco
Y me dejara continuar mi viaje.
Él sonrió, ¡pero en cuanto a moverse!
Ni siquiera lo intentó.
Porque él era enorme y alto,
Y le rogué que se moviera un poco
Y me dejara continuar mi viaje.
Él sonrió, ¡pero en cuanto a moverse!
Ni siquiera lo intentó.
Y
entonces razoné con
tranquilidad
Con esa mula colosal:
Mi tiempo era corto - no había otro camino -
El viento de la montaña era fresco.
Discutí como un Salomón;
Se quedó allí sentado como un tonto.
Con esa mula colosal:
Mi tiempo era corto - no había otro camino -
El viento de la montaña era fresco.
Discutí como un Salomón;
Se quedó allí sentado como un tonto.
Luego me pudo la pasión,
y bailé y aullé y juré.
Me lancé y trabajé duramente en convencerle
Hasta quedarme rígida y dolorida;
Se volvió tan airado como yo -
Pero siguió allí sentado como antes.
Y entonces le rogué de rodillas;
Aun podría seguir de rodillas
Si lo que esperaba era mover esa masa
Hecha de obstinada mala voluntad -
Además de invitar al monumento
¡Para desalojar Bunker Hill!
Aun podría seguir de rodillas
Si lo que esperaba era mover esa masa
Hecha de obstinada mala voluntad -
Además de invitar al monumento
¡Para desalojar Bunker Hill!
Así
que me senté frente a él desesperanzada,
En un éxtasis de dolor -
La niebla de montaña estaban aumentando rápidamente,
El sol se estaba hundiendo de forma lenta -
Cuando me llegó la inspiración repentina,
Al igual que los vientos repentinamente golpean.
En un éxtasis de dolor -
La niebla de montaña estaban aumentando rápidamente,
El sol se estaba hundiendo de forma lenta -
Cuando me llegó la inspiración repentina,
Al igual que los vientos repentinamente golpean.
Tomé mi sombrero, tomé mi bastón,
Mi carga bien agarrada,
Me acerqué a ese horrible íncubo
Con aire distraído -
Y caminé directamente a través de él,
¡Como si él no existiera!
Mi carga bien agarrada,
Me acerqué a ese horrible íncubo
Con aire distraído -
Y caminé directamente a través de él,
¡Como si él no existiera!
Deseaba compartir este gran poema de Charlotte Perkins
Gilman; la he adaptado del inglés por lo que contiene ligeras discrepancias
respecto al original. Estudiando feminismo en la literatura me lo encontré
y me golpeó como pocos poemas lo han logrado. Quizá no cuente con la
maestría de otros versos que juegan con las palabras y su resonancia, pero creo
que lanza un maravilloso mensaje de una manera muy clara pero a la vez muy
alegórica.
Gilman se refería al prejuicio que se enfrentaba
al ser mujer y escritora en su época; pero también los escritores de hoy continuamos siendo víctimas del prejuicio:
J. K Rowling, la creadora de Harry Potter, tuvo
que optar por ese seudónimo tan ambiguo para evitar que los lectores la
descartaran por el hecho de ser mujer; algo parecido le ocurrió a E.L James, la
autora de Cincuenta sombras de Grey. En el caso contrario, contamos con
escritores masculinos de novela romántica que utilizan seudónimos femeninos para
evitar la discriminación por parte de las lectoras.
¿A caso no es el prejuicio un obstáculo más en el
camino a la montaña que es nuestro éxito? ¿Creéis que el consejo de Gilman de
simplemente continuar tu camino ignorando por completo los prejuicios como si
no existieran es la mejor solución?
Me encantaría leer vuestros comentarios sobre como
lidiáis con el prejuicio cuando os ataca. Y si es algo que creáis que ha
modificado vuestro camino en algún momento de vuestras vidas.
4 comentarios:
Yo pienso que podemos intentarlo. Que en nuestra determinación es el secreto. Depende de cada uno, depende de cuánto lo deseas, depende de si quieres jugar limpio, o estarías dispuesto a hacer pequeñas trampas para conseguir el objetivo. Lo que es seguro, es que sí, hay muchos prejuicios en el mundo de la escritura.
Cierto. En mi opinión la historia nos demuestra que depende de nosotros mismos, que el público está dispuesto a disfrutar de tu talento y que debes perseverar y no dejarte frenar por los prejuicios y eso es justamente lo que Gilman describe en su poema. Por supuesto todos intentamos servirnos de trucos para lograr esquivar el prejuicio: como la poetisa francesa George Sand, que se escondía tras ese seudónimo masculino. Pero también encontramos casos como Ann Radcliff que logró publicar en 1794 y volverse inmensamente popular en una época tan complicada o en actualidad a la gran figura de Nicholas Sparks que incluso con nombre masculino ha logrado convertirse en máximo exponenente de la literatura romántica.
Hola, soy asura kaname. Te sigo en blogger. Me sigues de vuelta please.
http://seccion-juvenil.blogspot.mx/
¡Ya te sigo! ¡Nos leemos!
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